La vida es...
Cuando eres pequeño no tienes preocupaciones. No tienes problemas. No tienes que tomar decisiones. No existe la responsabilidad. Tu única preocupación es de qué sabor es tu yogur o qué te regalarán por tu cumpleaños.
A medida que vas creciendo, la cosa se va complicando. Cuando eres niño aún le das importancia a los sabores y a los regalos pero empiezas a razonar un poco las cosas.


Después de todo esto la cosa se calma, aunque la verdad es que creo que nunca se calma por completo. Digo que aquí se calma un porque tu vida ya tiene un rumbo, una dirección... Consigues un trabajo, formas una familia o te mantienes con la tuya...
Yo creo que todas las etapas son complicadas o todas muy simples, según por dónde lo mires. Hago esta reflexión sin saber nada de la vida, aún soy muy joven. Lo único que sé, es que cada día es un regalo. Un regalo que hay que tener siempre presente. Cada día tienes 1440 minutos que aprovechar: disfrutar al máximo, aprender todo lo que puedas, sentir las cosas, querer, amar, ser feliz...
Ésta, es sólo mi humilde opinión, puede que mucha gente no esté de acuerdo conmigo, incluso puede que dentro de unos años esto que digo no me lo crea ni yo. Lo único que os intento decir es eso: VIVE LA VIDA AL MÁXIMO. Ríe, llora, canta, baila, enamórate... lo que quieras, pero aprovéchalo.